miércoles, 27 de octubre de 2010

HITO 3 : REPRESENTACIÓN DE LA SITUACIÓN NACIONAL A TRAVÉS DEL CINE (1950-1980)

En 1950, se inició el auge del cine americano y mexicano, aunque, solo se hace un largometraje peruano. A excepción, que se hacen documentales y noticiarios, ya que tienen su principal representación en lo que se denomina la era del Cine Club Cusco, quienes retrataban las costumbres de los pueblos andinos y llegan en la década siguiente a filmar largometrajes como Kukuli (1962), un clásico del cine andino y Jarawi (1966), basados en relatos indígenas. Mas tarde, se llevaría a cabo coproducciones con la industria mexicana, que se convertirían en éxitos de taquilla. A fines de los años cincuenta, la televisión y el cine llegan a nuestro país, provista para la siguiente década, personajes protagonistas, ya que se tuvo acogida en la vida hogareña de la sociedad peruana y eran reconocidos, memorablemente.

En 1962, se implanta una ley que libera impuestos a toda muestra de largometrajes producidos en nuestro país, mas no daba soluciones de financiación, ni otorgaba posibilidades para que los jóvenes empresarios se iniciaran en la industria cinematográfica por lo que llegó a ser demasiado escaso. Tiempo después, durante el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, dirigido por el general Juan Velasco Alvarado, en 1972 se decreta la Ley de Fomento a la Industria Cinematográfica, que impulsó la muestra obligatoria y la gratificación porcentual. Significó el inicio de la producción nacional, también de los cortometrajes. Los precios eran señalados por las municipalidades, que mantenían muy bajos, por lo que retribuía la cantidad de gente que asistía. Los productores venían de recuperar su inversión cada vez más acelerada.

El cine peruano seguía elevándose más y más en sus condiciones técnicas y artísticas. Un personaje quién destacó durante esos años fue Armando Robles Godoy, un cineasta, escritor y periodista, hijo del famoso compositor Daniel Alomía Robles, fue quién introdujo aportes del nuevo cine europeo, en las que destaca sus largometrajes como “En la Selva no hay Estrellas” (1967), “La Muralla Verde” (1970), “Espejismo” (1972) y “Sonata Soledad” (1978) cuyo defecto se muestra en la dificultad de entender tanto el argumento, como los paisajes y recuerdos que se observan en estos. También este célebre personaje realizó obras de teatro y cuentos, en las que se basan sus más grandes obras maestras, llegando a ello a ganar destacados premios internacionales. Fue responsable en darle al cine una forma más artística y personal. Sus obras emplean narraciones temporales fragmentadas por flashbacks, quién considera como uno de sus recursos expresivos de mayor importancia.

Poco a poco, el público en general dio a conocer que los cortometrajes realizados eran de baja calidad y prevalecieron la improvisación y la falta de experiencia. Los exhibidores también tomaron reacciones en contra, ya que veían dicha ley como una orden implantada por un gobierno totalitario y que a los gastos obtenidos por sus ganancias, exhortaron la producción nacional.

Más adelante, luego del retorno de la democracia, se desata la “Guerra Subversiva”, generado por el grupo terrorista Sendero Luminoso en el interior de nuestro país, que daría a conocer las mil y un dificultades que atravesaría nuestro cine.



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